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Beneficios de los Iones negativos

Cuando absorbemos iones negativos en la cantidad adecuada, en nuestro organismo se establece un equilibrio eléctrico necesario entre los cargas negativas y positivas de los iones, para que nuestro organismo y sus procesos internos funcionen correctamente. Propiamente, ningún ión es en si mismo más beneficioso que el otro, por lo que los malestares y trastornos experimentados hoy en día con el estancamiento del aire y su contaminación, suceden gracias a un exceso de iones positivos, y una carencia de iones negativos.

Sistemas del cuerpo beneficiados por los iones negativos:

Sistema celular:

Oxigenación celular

Cuando absorbemos iones negativos, y estos entran dentro de nuestro torrente sanguíneo, modifican la calidad del oxigeno que utilizan nuestras células.

Los iones negativos pueden promover una estabilización en la producción de los glóbulos rojos, que son los transportadores por excelencia de la sangre.

Actividad celular

El aire con cargas negativas, incentiva la proliferación de las células, que se renuevan con mayor velocidad. La proliferación de las células ayuda a nuestros tejidos a mantenerse activos y jóvenes, ya que la proliferación es gracias a una abundancia de células madre, lo que sugiere que los iones positivos podrían estar relacionados a la ralentización de la muerte de las células madre.

Sistema nervioso: 

Reflejos

Los reflejos suceden debido a la transmisión de las corrientes eléctricas a través de los nervios del cuerpo. Los iones negativos gracias a su riqueza de electrones, promueven una carga eléctrica interna más abundante al cuerpo, que en la medida de exposición adecuada no llega a la electrostática y no resulta perjudicial para nuestro organismo.

Relajamiento

Se ha notado un aumento de la relajación del organismo en la presencia de una fuente de iones negativos. Esto sucede gracias a que la exposición a los iones negativos, promueve un estado iónico armónico en nuestro organismo, estabilizando el exceso de iones positivos. Cuando este estado de equilibrio se genera, manifestaciones como el estrés o la ansiedad se hacen menos regulares volviendo a niveles sanos para nuestra salud.

Sistema respiratorio:

Cuando el ambiente que nos rodea está cargado de iones negativos, se promueve que nuestro sistema respiratorio elimine las sustancias que pueden ser nociva y funcione mucho mejor, en cambio, cuando son iones positivos, estos perjudican a nuestro sistema respiratorio y pueden llegar a producirse bronquitis, asma, alergias,  etc.

Resultados clínicos indican que: “después de la inhalación de estos iones en altas dosis por 30 minutos, la absorción del oxígeno aumenta un 20% y las emisiones de dióxido de carbono un 14.5%.”

Sistema digestivo:

Enzimas digestivas.

Las enzimas digestivas son las encargadas de descomponer los alimentos que consumimos. Sin estas, nuestras ingestas diarias se fermentarían y oxidarían dentro de nuestro organismo, haciéndonos enfermar de infinitas formas. La exposición a iones negativos, no solo mejora el trabajo oxidativo de los alimentos para ser procesados más rápidamente, sino que evita la indigestión y mejora la circulación de sangre en el área del estomago cuando hay una digestión en proceso.

Flora microbiana.

Los iones negativos son capaces de mejorar la diligencia de glóbulos blancos en el cuerpo y de nuestro sistema inmune en general. Además, ya que la presencia de iones negativos en el aire lo purifica de la contaminación, son menos los agentes infecciosos que entran en nuestro organismo.

Todos estos beneficios en conjunto, mejoran nuestra flora microbiana, la cual es un conjunto de bacterias nativas y necesarias en nuestro organismo, que ayudan a las enzimas con el proceso de descomposición. Nuestro sistema inmune distingue nuestra flora microbiana y no la ataca, y la ausencia de agentes infecciosos evita que este mismo sistema tenga que posicionarse en alerta.

Sistema cutáneo:

Gracias al efecto de los iones negativos en la oxigenación de las células, las células cutáneas se ven beneficiadas al transpirar correctamente y evitar las acumulaciones de sebo en nuestros poros. Esto nos ayuda a deshacernos de las células muertas y de las bacterias por medio de la sudoración normal.

Asimismo, ya que el sistema inmune del cuerpo se ve reforzado, las bacterias que usualmente provocan las infecciones cutáneas, son eliminadas con más efectividad antes de que lleguen a infectar la zona. Además, los iones negativos ayudan a nuestra piel a luchar contra el acné, la psoriasis, resequedad, quemaduras, irritaciones, etc.

Sistema endocrino: 

Neurotransmisores.

Un desequilibrio de iones negativos influye en las hormonas, provocando una mala regulación de estas. Por ejemplo, la serotonina es un neurotransmisor encargado de regular el apetito causando: sensación de saciedad, control de la temperatura corporal, regulación del apetito sexual, etc. Su déficit puede provocar: irritabilidad, estrés, insomnio, etc.

Hormonas sexuales.

Los iones negativos inducen la actividad sexual, esto gracias a una estimulación en la producción de estrógeno y progesterona, las hormonas sexuales producidas por el hombre y la mujer. Al mismo tiempo, influye en la fertilidad, al renovar las células ubicadas en los tejidos de los órganos sexuales.

Reloj circadiano.

Los ritmos circadianos son cambios físicos, mentales y conductuales de carácter biológico, que siguen hasta completarse un ciclo de 24 horas. Van tomados de la mano con la activación de diversas hormonas en cada órgano del cuerpo. Cuando la salud hormonal del cuerpo es buena, el reloj circadiano es puntual.

Los iones negativos, al entrar en contacto y vitalizar diferentes partes de nuestro organismo, promueven la actividad de un reloj circadiano puntual.

Beneficios psicológicos y emocionales de los iones negativos:

Control del estrés

El estrés es principalmente producido por una hormona denominada Cortisol. Cuando los niveles de cortisol en la sangre son muy altos, sufrimos desequilibrios de peso, actividad sexual y conciliación del sueño. Cuando estamos expuestos ante la influencia de iones negativos, el equilibrio adquirido en nuestro cuerpo nos permite gestionar nuestra mente de una forma saludable, haciéndonos capaces de impedir la activación del cortisol con frecuencia.

Relajación

Las personas con dolor crónico informaron que “La terapia de iones negativos relaja el cuerpo y la mente, permitiendoles lidiar mejor con su dolor”. Ayudar a relajar la mente y a gestionar problemas de estrés o de ansiedad,  mejora la capacidad de concentración y memorización, aumentando el rendimiento mental.

Salud emocional y los iones negativos

Gracias al efecto de los iones negativos en el sistema endocrino (hormonal), nuestros neurotransmisores son segregados con un mejor dominio, reduciendo los puntos críticos y manteniendo un saludable estado emocional.

Los neurotransmisores, son comúnmente conocidos como “mensajeros químicos del cuerpo, que envían señales entre las neuronas y las células diana.” gracias a ellos somos capaces de experimentar emociones placenteras y síndromes de abstinencia.

¿Por dónde absorbemos los iones?

Absorción de iones por la piel

Podemos absorber los iones negativos gaseosos a través de los poros ubicados en nuestra piel. A través de nuestros poros, atravesando primeramente la epidermis hasta penetrar en nuestro torrente sanguíneo.

Absorción de Iones por las vías respiratorias

El aire es absorbido por nuestros pulmones, los cuales son receptores de este oxigeno ionizado y lo utilizan para dotar a las células del oxigeno que necesitan.

Absorción de iones por vías orales/digestivas

Cuando los iones negativos penetran en nuestra vía oral y llegan a nuestro tracto intestinal, es descompuesto, y nuestras células lo utilizan para posteriormente nutrir el organismo.